Y al final, todo lo que intentabas controlar, se desborda.
Al vaso ya no le cabe ni una gota mas, y sin darte cuenta, cae una gota que lo hace revosar.
No puedes hacer otra cosa que explotar y sacar fuera todo lo que intentabas dejar dentro para no hacerle pasar un mal rato a nadie ni que se preocupen por ti, pero al final acaba sucediendo, porque nadie es perfecto y todo lo que tiene que suceder acaba haciendolo.
Pero lo peor de todo es que normalmente cuando eso sucede todo pasa y te sientes mejor pero esta vez es distinto, sigues sintiendote desvordada y no puedes con todo lo que tienes encima, todo te da miedo, todo te molesta, todo te afecta como si de ti se tratara.
Te levantas con pocos animos, o mejor dicho con ninguno, no te apetece hacer nada y mucho menos ver a esas personas que normalmente te hacen sonreir.
Ahora te da igual verlas o no, mejor dicho, prefieres no verlas, porque hasta verlas te desvorda, ninguna te hace sonreir, ninguna te hace olvidar todos tus miedos duranteun rato, ninguna hace que te sientas como deberias hacerlo, pero lo que es peor ya no te apetece salir y fingir una sonrisa por esas personas.
Y como no eres capaz de fingir esa sonrisa, no quieres salir, porque no quieres que ellos sepan como te sientes, porque tu eres aquella que en un abrir y cerrar de ojos lo a olvidado todo y esta recuperada de nuevo.
Y esta vez no es asi.
Necesitas a alguien con quien hablar, alguien que te escuche de verdad, o simplemente alguien que no este habitualmente a tu lado y te saque esa sonrisa de verdad.
Nunca he creido pedir demasiado pero posiblemente lo haga.
Simplemente desearia dejar de estar desvordada y reir verdaderamente.
Porque los humanos somos por naturaleza egoistas, unos mas, otros menos, pero realmente todos lo somos, porque nunca nos conformamos con lo que tenemos.
Cuando realmente crees que vas a ser feliz porque ibas a tener todo lo que necesitabas, sigues sintiendote mal y pidiendo que llegue algo que te haga sonreir de verdad cuando en estos instantes tienes lo que hasta hace poco creias que t haria sonreir y no sentirte mal.

Darte cuenta de que te has vuelto como la ultima magdalena dura y reseca que queda en la bolsa, que te gusta ser asi.
Ahora eres mas dura, tanto que por mucha fuerza con la que te tiren al suelo no te rompes.
Ya no eres como antes que eras niña buena, ya no eres la que decia ñoñerias sin parar, ahora eres esa magdalena dura que nadie es capaz de comerse porque quien lo intenta se rompe un diente.
Tampoco has cambiado tanto, simplemente has dejado de ser de la otra forma y por eso los demas creen que lo has hecho.
Pero prefieres que lo vean asi y no les aclaras que realmente no a cambiado nada simplemente a dejado lo que siempre a acabado en malas consecuencias.
Y ahora es esa magdalena, pero eso no quiere decir que sea completamente de piedra y que la magdalena pueda tener grietas ni tampoco que un dia caiga en la leche y se pueda ablandar un poco.