miércoles, 3 de diciembre de 2014

Maldito hijo de puta, como te odio...

Ese momento en el que no sabes como te sientes por dentro, cuando anulas cualquier sentimiento para no llegar a autodestuirte.
Hay trenes que solamente pasan una vez, oportunidades que nunca vuelven, pero también decisiones, buenas o tan malas que pueden cambiarlo todo.
Decisiones guiadas por el valor y las ganas en contra de aquellas que siguen  al miedo.
Ese miedo que paraliza, que entrecorta y a la vez agita la respiración y el corazón, que te desborda en lágrimas, en pensamientos confusos y decisiones erróneas.
Maldito hijo de puta, como te odio... Como me odio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario